Hoy se cumplen dos años desde que se anunciara que Jessica
abandonaba oficialmente Girls’ Generation. Me acuerdo que mi hermana fue la
primera persona que me lo dijo y, como poco antes había pasado la tragedia del
accidente automovilístico de Ladies’ Code, no creí que ese rumor fuese cierto.
Pero sí lo fue, y cuando leí la nota entré en negación, empecé a buscar otras noticias
y la mayoría de ellas decían que eran rumores, que habían hackeado la cuenta de
Jessica y cosas parecidas, pero una vez la SM dijo que era oficial, no había
nada más que pensar; era un hecho.
Jessica, a pesar de ser uno de los miembros más populares
del grupo y una de las voces principales, nunca fue mi favorita. Al principio
era porque la confundía con Tiffany (ya sé, a muchos les pasó al principio)
tanto en lo físico como en que ambas tienen nombres muy americanos (ya sé, no
me juzguen) y que ambas eran las “gringas” de Girls’ Generation, además que no
entendía muy bien por qué era tan popular y muchísimos comentarios en sus
videos de Youtube hablaban de ella.
Fue en escuchando el disco de “The Boys” (2011), que fue el
primero que compré de ellas y cuando comencé a llamarme un fan, cuando empecé a
apreciar realmente la voz de Jessica. Ese timbre extremadamente dulce, su vibratto
lento y su amplio rango vocal me hicieron ver por qué era una de las voces
principales y por qué era un valioso elemento para el grupo, así como cada uno
de los otros ocho miembros, ya que cada uno conforma una parte importante a
Girls’ Generation.
Y de pronto. Se había ido. Y Girls’ Generation no volvería a
ser el mismo.
Una presentación promocionando “Mr. Mr.” (2014) fue la
última vez que se vio al grupo completo en un escenario, y su video musical
“Divine” la última producción del grupo con nueve miembros. Este video, además,
tuvo dos versiones, una con el grupo y otra que es básicamente un cortometraje
que cuenta la historia de un grupo de amigas en la secundaria (nueve,
casualmente) y una de ellas se va para perseguir su sueño de ser actriz.
Me acuerdo después verlas en su fanmeeting que fue justo
tras la partida de Jessica (lo vi en Youtube) y me destruyó verlas así:
Incompletas. No sonreían, Sunny se veía incómoda cubriendo las partes que eran
de su compañera, y varias de ellas estaban visiblemente llorando cuando los
fans clamaron el nombre de Jessica. Para mí, ese momento fue como ver el
principio del fin.
Sin embargo, no lo fue, sino que fue el principio de una
nueva etapa y un parte aguas para el grupo en general.
A pesar de que en su concierto The Best Live From Tokyo Dome
en diciembre de 2014 las vimos romperse en lágrimas (y rompernos a todos) al
cantar la versión balada de Into The New World, en abril de 2015 regresaron con
“Catch Me If You Can”, y el anuncio de más material y tres nuevos sencillos que
se estrenarían el verano del año pasado, marcando un nuevo comienzo para el
grupo, ya que hasta ellas mismas confesaron en entrevistas que entrenaron como
si fueran a debutar de nuevo, y piénsenlo, después de tantos años de tener una
conciencia escénica siendo nueve personas, ser ocho de pronto es construir una
nueva conciencia grupal, además de que todas sus otras canciones tuvieron que
reajustarse para ser cantadas y bailadas por ocho personas.
Creo que, como fans, lo mejor que podemos hacer ahora es
apoyar a las nueve. Jessica ha seguido su carrera musical como solista y Girls’
Generation ha evolucionado para renovarse y demostrar que aún tienen mucho para
dar en camino a su décimo aniversario, y aunque no podamos evitar extrañarla a
ella y a épocas más alegres del grupo, la música es eterna y su voz siempre estará
ahí para escucharla en sus canciones.
¡Hasta entonces!
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